Por qué la mayoría de Asia central se está convirtiendo en un desierto
Por qué la mayoría de Asia central se está convirtiendo en un desierto. Una evaluación climática reveló que en los últimos 35 años las temperaturas han afectado en toda Asia Central, principalmente en China, Uzbekistán y Kirguistán. Además, el clima desértico ha acelerado el retroceso de algunos de los glaciares más importantes, principalmente porque las regiones montañosas se han vuelto más cálidas y húmedas.
Cada vez son más altas las temperaturas que se registran en el mundo, alternado los ecosistemas y la biodiversidad de los países. Entre los más afectados están aquellas naciones ubicadas en Asia Central, pues una reciente evaluación climática reveló que en los últimos 35 años las temperaturas han aumentado en toda Asia Central, principalmente en China, Uzbekistán y Kirguistán.
Esta zona de Asia es muy vulnerable a los efectos del cambio climático, principalmente porque más del 60% del territorio tiene un clima seco con lluvias poco frecuentes. Ante el incremento de la temperatura, en estos lugares el agua disponible para las plantas y los otros organismos escasea y, por el incremento del clima, aumenta la evaporación del agua en el suelo y crece el riesgo de sequía.
Y aunque se sabe que esta es una región vulnerable a los efectos del cambio climático, no se conocía con precisión cuáles eran los países más afectados. Para comprender mejor la situación, Qi Hu, científico de la Tierra y el clima de la Universidad de Nebraska, y Zihang Han, climatólogo de la Universidad de Lanzhou, analizaron datos de precipitación y temperatura del aire de 1960 a 2020.
Con los datos, los investigadores lograron dividir a Asia Central en 11 tipos de clima. Los resultados fueron publicados en Geophysical Research Letters. Entre los hallazgos de los científicos se destaca también que desde finales de la década de los 80, “el área clasificada como de clima desértico se ha expandido hacia el este y se ha extendido hacia el norte hasta 100 kilómetros en el norte de Uzbekistán y Kirguistán, en el sur de Kazajistán, y alrededor de la cuenca Junggar, en el noroeste de China”. (Puede leer: ¿Qué relación tiene la salud mental con el cambio climático?)
Hu añade que en las zonas climáticas adyacentes se han vuelto más secas. “En algunas áreas, la temperatura media anual fue al menos 5 °C más alta entre 1990 y 2020 que entre 1960 y 1979, con veranos cada vez más secos y lluvias principalmente durante el invierno”, señala el documento.
En cuanto a las zonas montañosas, señala el estudio, el aumento de la temperatura ha generado un incremento de la precipitación, que, en vez de caer como nieve, cae como lluvia. Un ejemplo es lo que pasa en la cordillera de Tian Shan, en el noroeste de China. “Las temperaturas más altas y el aumento de las precipitaciones contribuyen al derretimiento del hielo a grandes alturas, lo que podría explicar la tasa de reducción sin precedentes de los glaciares en este rango”, dijo Hu a Nature.
Esta situación de la reducción de las nevadas son alarmantes, advierten a los investigadores, pues no se podrá reponer el hielo perdido y fluirá menos agua de deshielo hacia las personas y los cultivos en el futuro. Por eso, puntualizan, por el incremento de las temperaturas generadas por el cambio climático , los desiertos se incrementarán. “Se deberá entender mejor este fenómeno y adaptarse a él”, concluyen los investigadores. (Le puede interesar: Indicadores claves del cambio climático batieron récords en 2021, según la ONU)