El estado más pequeño de la Unión Europea se convirtió en el primero en legalizar el cultivo de cannabis con fines recreativos para los adultos.
El primer país Malta legalizó el cultivo de cantidades limitadas de cannabis con fines recreativos para particulares, lo cual es una primicia en la Unión Europea. Varios países del bloque ya han despenalizado el consumo y posesión de cannabis para consumo privado en los últimos 20 años, pero las leyes a veces son algo confusas y en la práctica apenas se tolera su uso.
La reforma en Malta, que se aprobó en el Parlamento de la pequeña isla mediterránea, autoriza la posesión de un máximo de siete gramos de cannabis y el cultivo de cuatro plantas por persona, únicamente para quienes sean mayores a 18 años.
Si una persona decide cultivar más de siete gramos, llegando hasta 28 gramos, el poseedor se arriesga a ser multado con 100 euros, unos 113 dólares. Además, se prohíbe el consumo en público, esta es una infracción que puede acarrear una multa de 235 euros. De igual forma, si se consume marihuana delante un menor, la multa varía entre 300 y 500 euros.
La nueva ley también prevé la creación de asociaciones sin fines de lucro permitiéndoles la producción y venta de cannabis a sus miembros, con un tope de 500 personas como máximo, para cada organización.
El primer ministro laborista, Robert Abela, solicitó a los diputados de su partido que votaran a favor de esta iniciativa: “Estamos legislando para responder a un problema, con un enfoque de reducción de los riesgos (vinculados al consumo de cannabis), reglamentando al sector para que la gente no tenga que recurrir al mercado negro”, abogó el mandatario el mes pasado ante el parlamento.
Abela subrayó además que quería evitar a los padres el “trauma” de ver a sus hijos comparecer frente a un tribunal por haber fumado un cigarrillo de cannabis, en tanto se mantiene la presión sobre los traficantes. “El tráfico de drogas continuará siendo ilegal”, afirmó.
El Partido Nacionalista se pronunció en contra de esta ley, puesto que considera que la reforma “normalizará y aumentará el consumo de drogas” en el país, indicó.
Sin embargo, la puesta en marcha y el cumplimiento de esta normativa estará supervisado por un nuevo organismo oficial, para regular el uso responsable del cannabis.
Malta, país tradicionalmente conservador en cuestiones sociales, ya había despenalizado en el 2015 la posesión de pequeñas cantidades de cannabis. Tres años después adoptó un marco legal, cuyo objetivo es el de convertirse en un centro de producción de cannabis con fines terapéuticos.
Luxemburgo había anunciado en octubre la intención de autorizar el cultivo de marihuana en hogares y su consumo en el ámbito privado, en tanto el nuevo gobierno alemán considera legalizarlo para uso recreativo.
El primer país En Holanda, la posesión, el consumo y la venta de hasta cinco gramos de cannabis es tolerada desde 1976 en los “coffee shops”. Mientras que España admite la producción para consumo personal, en tanto su comercio y consumirlo en público están prohibidos